Ahora bien, 2021-2022 fue el año del desembarco de las empresas cripto y otras plataformas digitales, que prácticamente han desaparecido del mapa en el verano de 2023. En algunos casos, dejando un reguero de impagos, como sucedió con BitCi, o rompiendo acuerdos de forma prematura, como ha sucedido este año con Cazoo. Es por ello que, de cara a 2023-2024, los clubes han vuelto a acudir a sectores refugio como las inmobiliarias, cerveceras, administraciones o empresas de telecomunicaciones como patrocinadores principales.